Durante la década de 1600, el libro de cuernos se utilizó en el aula como un dispositivo de tecnología que enseñaba conceptos básicos, como vocales y consonantes, así como el alfabeto. Además, también se incluyeron la Oración del Señor y una expresión de apreciación de la Trinidad. El material de la lección se laminó para proteger la información del desgaste diario del uso de los estudiantes. La cubierta protectora estaba hecha de cuernos de oveja y bueyes utilizados como base para la sustancia de laminación.