La lucha contra la desertificación

• 03/05/2012
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La depredación constante y despilfarro de los bienes biológicos y naturales es alarmante, cada día en cualquier parte del Planeta se va deforestando, para convertir los bienes de la naturaleza en bienes de la industria y de valor en el mercado, a su paso van dejando tierras desertificadas, vida salvaje desaparecida, pueblos nómadas extinguidos, especies de aves y su ambiente ecológico exterminado, no olvidemos que existen microsistemas biológicos, y a la vez la migración de seres humanos donde convirtieron en desiertos esas tierras, donde ya no pueden producir ni alimentarse para sobrevivir. La entropía (de la Teoría General de Sistemas, o el 2do elemento de la termodinámica, que sintetiza en caos, destrucción, anarquía) está avanzando cada vez más y más, ocasionando pérdidas incalculables para la humanidad, algo parecido a la Historia sin Fin donde se preguntaban ¿Qué es la nada?. Es el vacío que queda, como una ciega desesperación que destruye este mundo. En 1977 se celebró en Nairobi, Kenia, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desertificación. En 1994 la Organización de las Naciones Unidas proclamó el 17 de junio como el Día Mundial de lucha contra la desertificación y la sequía.

En 1996 entró en vigor la Convención de las Naciones Unidas de lucha contra la desertificación constituyendo el primer y único marco legalmente vinculante a escala internacional que ha sido creado par

La desertificación es una cuestión mundial, con graves consecuencias para la seguridad de los ecosistemas, la erradicación de la pobreza, la estabilidad socioeconómica y el desarrollo sostenible a nivel mundial, el acceso al agua apta para el consumo y el saneamiento apropiado, así como la mortalidad de lactantes, las personas que viven en tierras secas aproximadamente el 90% de las cuales están en los países en desarrollo se encuentran muy rezagadas respecto del resto del mundo. Las personas pobres que viven en zonas de tierras secas tienen que hacer frente a múltiples problemas de pérdidas de ingresos, inseguridad alimentaria, deterioro de la salud, sistemas de tenencia de tierra inseguros y derechos de acceso a los recursos naturales, y falta de acceso a los mercados. A menudo, las escasas oportunidades de subsistencia los obligan a migrar a zonas no afectadas por la desertificación en busca de una vida mejor. La desertificación es el proceso de degradación de las tierras en zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas. La desertificación ocurre en las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas donde las tierras son sumamente vulnerables, la vegetación es escasa y el clima es particularmente hostil. Estas áreas están habitadas por una quinta parte de la población mundial. La frecuencia e intensidad cada vez mayores de las sequías resultantes del cambio climático previsto podrían aumentar más la desertificación. A ese respecto, la Convención de las Naciones Unidas de lucha contra la desertificación en los países afectados por sequías grave o desertificación, en particular en África, ofrecen una plataforma para la adaptación y la mitigación. La deforestación destruye los árboles que ligan la tierra al suelo. La leña es la principal fuente de energía doméstica para iluminar y cocinar en muchas zonas áridas. Las prácticas inapropiadas de irrigación aumentan la salinidad, y algunas veces seca los ríos que alimentan grandes lagos. La intensificación de las actividades humanas provoca el aumento del efecto invernadero, causando el calentamiento global. Es probable que las tierras secas sean especialmente vulnerables a los aumentos de temperatura durante el Siglo XXI. Las actividades humanas: que llevan a la desertificación están relacionadas principalmente con la agricultura, tales como el sobrepastoreo que elimina la cubierta vegetal que protege el suelo de la erosión, el cultivo excesivo desgasta el suelo. Las presiones económicas pueden conducir a la sobreexplotación de la tierra, y normalmente golpean más fuerte a los habitantes más pobres. Obligados a extraer todo lo pueden de la tierra para obtener alimentos, energía, vivienda y una fuente de ingresos, los pobres son a la vez la causa y las víctimas de la desertificación. Los modelos de comercio internacional, basados en la explotación a corto plazo de los recursos locales para la exportación, actúan contra los intereses a largo plazo de las poblaciones locales. La pobreza lleva a la desertificación, y ésta a su vez a la pobreza. Los árboles desempeñan diversas funciones: ayudan a fijar la tierra actúan como cortaviento mejoran la fertilidad de la tierra ayudan a absorber el agua durante las fuertes lluvias. Los gases de invernadero aumentan peligrosamente con la quema de tierras y bosques. Por ello, la reforestación plantación de árboles nuevos puede ayudar a reducir los impactos negativos del cambio climático resultante. La introducción del monocultivo ha acelerado el proceso de desertificación. La biodiversidad de la agricultura debe conservarse. La sobreexplotación de la tierra se podrá frenar si se deja "respirar" al suelo durante un cierto período tiempo, sin cultivos ni pasturas para el ganado. Mientras en el Planeta muchos países están reforestando, creando bosques artificiales, en Latinoamérica se están destruyendo Reservas Forestales e incrementando monocultivos. Que traerán por consiguiente la desertificación de las Tierras y la pobreza que viene acompañada, basta solo mirar el Continente Africano. Pero tan maravillosa es la ciencia y tecnología cuando se tiene, tal el caso de Israel que han adaptado cultivos en el desierto con irrigación de aguas hervidas recicladas. Debido a la escasez de agua, los granjeros de cultivos extensivos en Israel se han estado concentrando en nuevas variedades que producen el mismo o un mayor rendimiento, con menor riego o sin irrigación en general. En la Asamblea General de las Naciones Unidas el 30 de enero del año 1995, en su cuadragésimo noveno periodo de sesiones, dice claramente el texto "Que el fomento de medidas para aplicar la Convención de las Naciones Unidas de lucha contra la desertificación en los países afectados por sequía grave o desertificación, en particular África, exige que se aumente la conciencia pública en los planos locales, nacional, subregional, regional e internacional. Esto nos trae a la reflexión de lo siguiente: Si nosotros contamos con un jardín en nuestra casa, debemos abonar la tierra, cuidar las plantas y árboles, esperando que sus frutos nos hagan felices y nos proporcionen oxigeno, y el alimento que muchos no tienen. Entonces deberíamos cuidar los bosques y la Naturaleza en vez de depredarlos. Quiero acabar este articulo con una frase de la Historia sin Fin “Porque los humanos están perdiendo sus esperanzas y olvidando sus sueños. Así es como la Nada se vuelve más fuerte".