Las voces del Silencio

• 03/08/2012
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No encontraba el título del artículo que tenía que escribir, una y otra vez pensaba y analizaba las posibles situaciones por la que atraviesa el ser humano, las esperanzas o tal vez la oportunidad de sobrevivir al holocausto provocado por la mano el hombre en este caso en particular el genocidio silencioso de especies de la vida biológica y natural que existe, cuando comencé a leer el libro “Las voces del silencio” de la Autora Lucia Díaz Carcelén me di cuenta que lo que sucedía era que el libro azotaría el mundo del silencio, y los iba a llenar de voces, de gestos, de signos, y que crearía tal estruendo que difícilmente nadie pondría oídos sordos a los niños y niñas con discapacidad y sin un lenguaje eficaz, entonces les mantenían la esperanza de que un día se abriría una puerta. Durante muchos años se ha investigado que los seres vivos se comunican, emiten mensajes y poseen un rico universo interior en espera de compartir con nosotros, así muchas civilizaciones han desaparecido como si se volcara una alfombra y se cambiara por otra, un alfombra de la vegetación por una alfombra de la industrialización, del cemento del progreso inmisericorde, destruyendo los bosques, eliminando hábitats de animales salvajes, de microorganismos biológicos que son necesarios para seguir en la cadena de la alimentación o de la subsistencia, son tan necesarios para vivir una vida natural y no artificial.

De los pueblos nómadas extinguidos, solo nos quedara recuerdo de sus mascaras, su ritmo, o sus bailes, que con el tiempo solo podremos ver a través de video o películas, o escuchar los sonidos del bos

El caso de destrucción y genocidio lento del Brasil, donde su Presidenta Dilma Roussef, ha aprobado el inicio de la construcción de la hidroeléctrica de Belo Monte, incluso después de decenas de miles de cartas y correos electrónicos dirigidos a ella y que fueron ignorados en los más de 600.000 firmas. La construcción de la Planta Hidroeléctrica de Belo Monte es casi una sentencia de muerte de los pueblos de la gran curva del río Xingú. Belo Monte tiene por lo menos 400.000 hectáreas de bosque, un área más grande que el Canal de Panamá, por lo tanto la expulsión de 40 mil poblaciones indígenas y locales y la destrucción de hábitats valiosos para muchas especies, todo para producir electricidad a un alto costo social, económico y ambiental. Inundará 500 kilómetros cuadrados de selva, desplazando de su hogar a más de 16,000 indígenas. La reducción del caudal del río Xingu y sus tributarios afectará directamente a la población nativa que vive y cuenta con esa agua para sobrevivir; además del daño irreparable de la flora y fauna del río y del área a inundar. Junto con la población indígena que se verá afectada directamente, se encuentra una tribu que vive en completo aislamiento, por lo que el simple contacto con foráneos los expondrá a enfermedades desconocidas y potencialmente letales para ellos. El caso TIPNIS por preservar la naturaleza, se ha convertido en otro caso del progreso, la población es eminentemente indígena, distribuida en los grupos Mojeño-Ignaciano, Yuracaré y Chimane (Diez Astete y Murillo, 1998), con claras evidencias de una ocupación ancestral de varios siglos, en la historia de Bolivia. Es importante mencionar los impactos socio ambientales por efecto de la exploración hidrocarburífera en los años 1995 al 1998 por la REPSOL (bloque Secure), y que han tenido fuertes efectos negativos en los bosques, la calidad de las aguas de arroyos, ríos y suelos de zonas interiores, los medios de vida de algunas comunidades (Gavalda, 1999). Hasta el año 2001 estaba vigente la amenaza de la exploración y eventual explotación petrolífera del bloque Secure (solicitado hace varios años por la empresa ANDINA como compensación al fallido ingreso al PN. Amboró). Actualmente la región se mantiene dentro los planes y expectativas de exploración de PETROANDINA (YPFB-PDVSA). También existe un elevado riesgo de emergencia de conflictos violentos en la región de irrupción de la colonización en el territorio indígena. Ello no sería cosa nueva, pues se han venido dando de forma recurrente, el último muy violento, ocurrió a fines del 2009 cuando se produjo la intromisión de miembros de los sindicatos 16 de octubre, Nueva Estrella y Valle Encantado (no afiliados a las federaciones de colonos de la región) en los espacios comunales Yuracares, dando lugar a choques con resultado de varios heridos y un colono muerto. Dicho avance de la colonización se dio como respuesta al solo anuncio gubernamental de la construcción de la vía Villa Tunari-San Ignacio de Moxos. Este episodio es muy indicativo de lo que puede suceder a medida que la colonización se expanda avasallando los espacios indígenas, especialmente al influjo del camino a ser construido. Toda la región del Chapare es un centro de aparición de brotes de enfermedades graves e inclusive de aparición de nuevos patógenos, transmitidos por roedores. Existen evidencias de que los brotes de estos virus aparecen en zonas de fuerte perturbación ecológica (como el avance de fronteras agrícolas y formación de villorrios), en asociación al aumento de la abundancia poblacional de ciertos roedores (ya sea por ausencia de predadores o ante el estímulo de mayores fuentes alimenticias provistas por las cosechas y el comercio). La zona es también endémica del Dengue, cuyo virus y su vector están relacionados a ambientes antropizados, es decir es una enfermedad propias de zonas habitadas y no de la selva propiamente. Estos aspectos hacen prever, que existe un elevado riesgo de incremento pandémico de varias enfermedades tropicales graves, en función a la construcción de la vía y el avance de la colonización. “Sólo cuando el hombre blanco haya destruido todo el bosque, que haya matado los peces y los animales y que todos los ríos se hayan secado, se dará cuenta de que nadie puede comer dinero".