Para Francoise de la Rochefoucauld existen tres tipos de ignorancia: no saber lo que debería saber, saber mal lo que se sabe, y saber lo que no debería saberse. En 1979, Christopher Lasch, uno de los espíritus más penetrantes de este siglo, describía en estos términos el declive del sistema educativo estadounidense:“La educación en masa, que prometía democratizar la cultura, antes restringida a las clases privilegiadas, acabó por embrutecer a los propios privilegiados. La sociedad moderna, que ha logrado un nivel de educación formal sin precedentes, también ha dado lugar a nuevas formas de ignorancia. A la gente le es cada vez más difícil manejar su lengua con soltura y precisión, recordar los hechos fundamentales de la historia de su país, realizar deducciones lógicas o comprender textos escritos que no sean rudimentarios.” Pero que es lo que pasa con los profesores, están preparados para dictar las metodologías, las bases del conocimiento, los procedimientos, las técnicas, o es que solamente se aprendió para obtener una certificación y nada más, por lo que es necesario hacer entender a los maestros, a los políticos, a los empresarios que para construir una Nación poderosa se debe manejar necesariamente criterios profesionales y estratégicos y no decisiones y enseñanza a la criolla, entonces porque el paso por la Universidad no dio resultados en el ejercicio profesional y aplicación práctica, de que sirvió el análisis científico, los estudios realizados en conseguir la percepción del ser humano y su conducta dentro de la sociedad, de las empresas de los centros de educación. Todavía no entendemos que esta mala praxis destruye progresivamente todas las formas de conocimiento, si no lográsemos captar además la naturaleza de esta sociedad moderna, es decir, comprender qué la lógica rige su movimiento. Sólo entonces será posible calibrar hasta qué punto los actuales progresos de la ignorancia, lejos de ser el producto de una deplorable disfunción de nuestra sociedad, permisiva de desquites, segundas instancia, repechaje, se han convertido en una condición necesaria para su propia expansión y por consiguiente la mediocridad en el proceso de enseñanza – aprendizaje. La ignorancia, se puede entender en dos sentidos:
En un sentido absoluto: Ignorancia o ignorante, aplicado sin matices en sentido absoluto a una persona o grupo social; equivale a un insulto que manifiesta una degradación en la escala social y en la
Respecto a un contenido concreto: Cuando se aplica a un contenido concreto significa “no saber algo determinado”, frente al conocimiento de otras muchas cosas o “tener un conocimiento imperfecto sobre…” En este segundo sentido es donde el concepto de ignorancia adquiere toda su dimensión en su referencia al conocimiento. No se trata, entonces de una “ausencia” sino de una “carencia de” o de una “imperfección” respecto de un conocimiento adecuado. En este caso la ignorancia nos muestra diferentes propiedades del proceso cognitivo así como acerca de la afirmación de su validez como conocimiento. No es extraño, pues, que algunas creencias de tipo ideológico y moral alaben la ignorancia como fuente de dicha. Estas creencias promueven que la tradición es el valor social fundamental respecto a las preguntas que puedan abrir la mente al conocimiento de nuevos aspectos de la realidad. Ciertas creencias religiosas y culturales: “Dios ha hecho así las cosas” o “es necesario conformarse con una voluntad divina” o simplemente “las cosas son así, qué le vamos a hacer”, “Eso es lo que elegimos”, justifican y mantienen esta ignorancia y han sido un freno para el desarrollo y progreso cultural y social. El avance del conocimiento, como contrapunto a la ignorancia, siempre ha sido una crítica y oposición a creencias religiosas y mitos así como al ejercicio del poder social, que consagran el statu quo y dificultan la evolución hacia el progreso. Ningún texto formula mejor este modo de concepto de la ignorancia que el escrito de Kant en 1784, «Respuesta a la pregunta ¿qué es la Ilustración?» y su famosísimo aforismo: “sapere aude: ¡atrévete a saber!” La censura, la información o desinformación intencionada etc. constituyen todavía un freno para el desarrollo del conocimiento bajo el supuesto de que la ignorancia facilita el ejercicio del poder. Poder que adquiere especial relevancia ejercido desde los medios de comunicación que tienden por eso a estar muy controlados tanto por los poderes políticos como económicos. La Antropología, por su parte, muestra cómo la cultura propia puede suponer una ignorancia absoluta respecto a la cultura ajena y puede ser una dificultad para comprender las costumbres y las culturas diferentes. En casos extremos algunos valores culturales convertidos en absolutos, pueden producir asimismo “absoluta ignorancia”, y producen el fanatismo. Generalmente el fanatismo es un subproducto de este sentido de la ignorancia fácilmente convertible en integrismo religioso o doctrinal, racismo e intolerancia gobernado y dirigido, casi siempre, no por la ignorancia sino por intereses de poder. Quiero contarles esta historia que tal vez les haga reaccionar: Un hombre, muy sencillo y analfabeto, llamó a las puertas de un monasterio. Tenía deseos verdaderos de purificarse y hallar un sentido a la existencia. Pidió que le aceptasen como novicio, pero los monjes pensaron que el hombre era tan simple e iletrado que no podría ni entender las más básicas escrituras ni efectuar los más elementales estudios. Como le vieron muy interesado por permanecer en el monasterio, le proporcionaron una escoba y le dijeron que se ocupara diariamente de barrer el jardín. Así, durante años, el hombre barrió muy minuciosamente el jardín sin faltar ni un solo día a su deber. Paulatinamente, todos los monjes empezaron a ver cambios en la actitud del hombre. ¡Se le veía tan tranquilo, gozoso, equilibrado! Emanaba de todo él una atmósfera de paz sublime. Y tanto llamaba la atención su inspiradora presencia, que los monjes, al hablar con él, se dieron cuenta de que había obtenido un considerable grado de evolución espiritual y una excepcional pureza de corazón. Extrañados, le preguntaron si había seguido alguna práctica o método especiales, pero el hombre, muy sencillamente, repuso: No, no he hecho nada, creedme. Me he dedicado diariamente, con amor, a limpiar el jardín, y, cada vez que barría la basura, pensaba que estaba también barriendo mi corazón y limpiándome de todo veneno. El Maestro dice: El mayor ignorante hallará la paz si su intención es genuina; el erudito más destacado proseguirá a oscuras si su intención no es la correcta.
Alexis Jhonny Arancibia Yañez
03/07/2023, 14:19:34El texto plantea interesantes reflexiones sobre la ignorancia y su relación con el conocimiento. Destaca la importancia de la educación de calidad y el papel de los maestros en impartir conocimientos y habilidades. También se cuestiona la influencia de ciertas creencias y el poder en mantener la ignorancia. En mi opinión, es crucial fomentar una sociedad que valore y promueva el conocimiento, la curiosidad y el pensamiento crítico. Solo a través de la educación y el acceso a información veraz podemos superar la ignorancia y avanzar hacia un futuro mejor.
Antonio Nicolas Suarez Vargas
30/06/2023, 14:15:43Es importante destacar que nadie puede saberlo todo, y siempre habrá áreas en las que cada individuo tenga menos conocimientos. Sin embargo, es mejorar para cada persona buscar constantemente el aprendizaje y la adquisición de conocimientos, ya sea a través de la educación formal, la lectura, la experiencia o la interacción con otros. La educación fomenta el pensamiento crítico, la comprensión del mundo y el desarrollo personal. La educación es fundamental para combatir la ignorancia y promover un crecimiento personal y social positivo. La búsqueda del conocimiento y el aprendizaje continuo son esenciales para el desarrollo de las personas y la sociedad en general.
Katherine Rojas Ortiz
29/06/2023, 20:30:15Sin darnos cuenta es un problema social cuando se la naturaliza sin pensar ni reflexionar. Es decir, de aquel que sin conocer demasiado de un tema opina sin investigar, sin compartir y debatir posiciones, sin consultar a otros especialistas, de una manera natural como si hablara de su propia vida. Así al hacerse costumbre la gente no quiere prepararse, ni estudiar, ni sacrificarse por alcanzar un título. lo que si me llamo demasiado la atencion y que no sabia es el termino de Ignorancia supina y es que se denomina el tipo de ignorancia relativo a asuntos básicos de la vida. En este sentido, se dice que la ignorancia supina se deriva de la negligencia de una persona en aprender o adquirir los conocimientos esenciales de aquello que debería o podría saber.
Franco Elias Molina Caero
29/06/2023, 18:55:24el valor del conocimiento y la importancia de una educación de calidad. La necesidad de que los profesores estén bien preparados y que la educación se base en criterios profesionales y estratégicos, buscando siempre la excelencia en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
María Fernanda Gil Melgar
12/06/2023, 22:58:45El ser ignorante limita nuestro crecimiento y desarrollo personal, y todas las oportunidades que se nos llegan a presentar en la vida, es por eso que debemos ser curiosos, importarnos por nuestro entorno y el porque de las cosas, leer y educarnos lo mas que podamos en todos los campos y areas posibles, la tecnologia es una gran herramienta que la podemos tener a nuestro favor y la cual nos ayudara bastante.