Matando la Creatividad en el Colegio

• 07/11/2014
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Los centros educativos, desde siglos atrás, se han convertido en fuentes del conocimiento y del saber. Sin embargo cuando comenzamos a analizar los pormenores de la evolución de las teorías de la pedagogía, la psicología, la psicopedagogía, y su aplicación práctica en el aula, es como hablar de algo inalcanzable. Solo son teorías que no llevamos a la práctica, eso es todo. Cuando observamos detenidamente el comportamiento, actitudes, destrezas que se pueden adquirir en el colegio, lamentablemente vemos con mucha preocupación que no se tiene tiempo para nada, las reglas no se cumplen. La creatividad se la mata cuando el alumno va a la casa a realizar lo que no se ha terminado en el colegio, por lo tanto se convierte en un trabajo para los padres. Muchas de las actividades del aula son realizadas a medias, un ejercicio incompleto de matemáticas, una demostración de talleres a medias y sin llegar a realizar en el aula. Esto significa matar la creatividad, pues los jóvenes ahora no aprenden nada, no realizan un trabajo completo. La educación de antes de los años 70, 80 era una educación donde el profesor tenía tiempo para revisar el avance de clases, por ejemplo realizar una manualidad, debía ser realizada en el aula para ver las destrezas propias del alumno, la practicidad; ejemplo de esto: aprender a tallar en madera, con los instrumentos necesarios así se conocían las herramientas, elaborar trabajos científicos como hacer funcionar un circuito eléctrico para demostrar que es circuito en serie y paralelo. Claro que hay una diferencia entre generaciones y es la disciplina, antes todos acataban las órdenes de los profesores, hoy en día se ve que no alcanza el tiempo; porque no se coordina, no se ensambla un grupo de 40 adolescentes y eso está matando la creatividad.

Hoy en día, cuando estamos utilizando la tecnología y no hacemos trabajar el cerebro para crear ideas, crear imaginación, hacer volar al adolecente con sueños, eso es matar la creatividad, el uso irra

Al parecer existe gente que gana de eso para destruir una sociedad, para que seamos presa fácil y domesticada, sin criterio para tomar decisiones, es decir autómatas. Es así que la generación autómata se está apoderando de las sociedades mundiales, de los colegios, las tecnologías y la falta de creatividad están matando la educación. El común denominador es que los padres de los jóvenes en edad escolar se han convertido en los estudiantes remotos, porque todas las tareas, todos los trabajos se realizan en casa y no en el colegio, por eso es que hoy en día se consiguen muchos alumnos lumbrera o excelentes pero faltos de creatividad, es decir la nota de excelencia es para los padres. Si hablamos del deporte, eso es peor, porque solo se practica una hora por semana, y eso no basta para ser competitivo, algunos países de américa latina mínimamente practican 5 horas a la semana, los países asiáticos practican 2,5 horas diarias inclusive sábados y domingos y deben por lo menos por políticas del Ministerio de Educación practicar tres deportes. Todos esos deportistas son premiados y posteriormente becados, existe una gran diferencia por esa razón hacer ejercicio físico, reducido es sinónimo de enfermedad y por lo tanto de matar la creatividad. Ni siquiera hoy aprenden lo que son las medidas de las canchas, quienes son los precursores de los deportes, las reglas de juego, eso sí es matar la creatividad. Cuando hablamos de matemáticas, ni que se diga, estamos frente a autómatas que están buscando a la primera, la ayuda tecnológica, como es una calculadora o el celular para realizar operaciones básicas. Es por esta razón que en las universidades no pasan del 1er o 2do semestre porque no saben realizar operaciones como cálculo de ecuaciones, integrales y otros ejercicios matemáticos. En muchos países del primer mundo están utilizando papeles, cartulinas y trabajando en realizar estrellas, polígonos, triángulos, rectángulos para saber y entender la geometría. Entonces qué podemos esperar del futuro de la educación si estamos matando la creatividad.